Nadie nace con buenos hábitos económicos, eso se enseña y practica como cualquier otro buen hábito. Y cuanto antes empiece a desarrollar esos hábitos, más fácil será mantenerlos en el largo plazo.
Por naturaleza, la mente de los niños está más abierta a recibir información nueva que la de los adultos. Por eso, es importante brindar a sus hijos las herramientas y los fundamentos que necesitan para convertirse en adultos económicamente seguros desde un principio.
Brian Ford, director de bienestar financiero de Truist, recomienda comenzar con estas cuatro lecciones, especialmente para el rango de edad entre 4 y 12 años:
1. El dinero viene del trabajo
Los videojuegos y las golosinas que les encantan a sus hijos no aparecen mágicamente, sino que usted debe pagarlos con el dinero que gana en su trabajo. Cuando los niños aprenden esto, puede ser emocionante; naturalmente, sentirán curiosidad por trabajar como un medio para obtener lo que quieren.
Las tareas del hogar son una excelente manera de enseñar a sus hijos que se puede ganar dinero con el trabajo, aunque Ford opta por mantener las tareas básicas, como mantener su habitación ordenada o recoger sus juguetes, separadas de las mesadas de sus hijos.
"No queremos que nuestros hijos piensen que pueden dejar de hacer sus quehaceres simplemente porque ya no quieren o no necesitan el dinero", dice Ford.
Ford dice que usted puede usar tareas más grandes, tales como limpiar el garaje, como oportunidades para que sus hijos obtengan una compensación adicional. Aprender sobre la gratitud, dice, es otra ventaja de trabajar por un salario: sus hijos pueden apreciar los resultados de trabajar por lo que tienen y estar más agradecidos por el trabajo que usted hace. Además, puede motivarlos para trabajar aún más para el próximo juguete o golosina.
2. El gasto puede enseñar grandes lecciones
Las finanzas para los niños no siempre están relacionadas con el ahorro. Sí, los niños necesitan ahorrar para las cosas que quieren, pero cuando llega el momento de comprar esas cosas, ¡pueden celebrar! Refuerce la idea de que su arduo trabajo les permitió ganarse ese nuevo set de LEGO. Se sentirán orgullosos y motivados por su próximo objetivo.
Gastar en las cosas correctas, las cosas para las que ahorró y planeó, puede generar una buena sensación. Y, por otro lado, gastar en cosas incorrectas puede ser una lección valiosa para aprender desde el principio. Supongamos que su hijo está ahorrando para comprarse una bicicleta. Está muy entusiasmado por esto, pero un día en la tienda ve un nuevo juego en el que quiere gastar su dinero. Recuérdele gentilmente que si compra ese juego le llevará más tiempo alcanzar su objetivo mayor a largo plazo: la compra de la bicicleta. Si decide comprar el juego de todos modos, es posible que luego se arrepienta de tener menos dinero para la bicicleta, lo que le da la oportunidad de aprender sobre las consecuencias de sus elecciones.
Es fundamental enseñar a los niños sobre el dinero y cómo gastar en lo que más les importa. Esto ayuda a evitar que tengan que aprender las lecciones financieras de la manera más difícil cuando sean adultos.
3. Ahorrar puede ser divertido
Ahorrar dinero significa que su hijo está en camino de conseguir algo que realmente quiere. Haga que su hijo escriba una meta de ahorro específica; esto le ayudará a concentrarse y a adquirir el hábito de fijar objetivos, que necesitará en otros aspectos de la vida.
Haga que empezar a ahorrar resulte divertido dejándoles elegir una alcancía que coincida con su personalidad. Cuando depositen monedas y dólares reales, verán cómo aumenta el resultado de su arduo trabajo y se sentirán orgullosos de su alcancía.
El éxito con el ahorro requiere retrasar la gratificación. Si se desvían, puede recordarles sus metas escritas.
Y cuando sea el momento, abra una cuenta bancaria con ellos. Esto puede ayudar, especialmente a los niños mayores, a ver cómo aumentan su dinero y sus intereses. También le brinda la oportunidad de enseñarles sobre temas más avanzados con respecto al dinero, como el crédito y el interés compuesto.
4. Dar nos hace sentir bien
La mayoría de los niños aprenden a dar viendo cómo lo hacen los demás o mediante un deseo natural de ayudar a las personas. Puede dar el ejemplo hablando de las donaciones que hace y por qué es importante que ayudemos a los demás. Haga que toda la familia participe: puede reservar un sábado para hacer trabajo voluntario, escribir cartas a los residentes de casas de jubilados o puede ir al banco para cambiar sus monedas por dólares para donar.
Fomente las decisiones sobre gastos, ahorros o donaciones. Incluso puede considerar la compra de una alcancía con cámaras separadas y etiquetar cada una. Dar no siempre requiere donaciones monetarias, pero cuando lo haga, involucre a sus hijos en el proceso. Esto les ayudará a sentirse conectados con el bien que hacen.
Si bien estas lecciones pueden ser simples, aún así deben reforzarse. Puede usar esta lista de verificación para ayudar a sus hijos a comprender y desarrollar buenos hábitos con el dinero:
Además, aquí hay una hoja de actividades que sus hijos pueden usar para poner en práctica sus lecciones:
Estas lecciones de dinero para enseñar a sus hijos pueden ayudarles a desarrollar una base sólida para su futura relación con el dinero. Empiece de a poco, dejando que sus hijos tengan dólares físicos y monedas, y luego ayúdelos a convertirse en adolescentes y adultos económicamente seguros.