El futuro ya está aquí. Lo que sucede es que está distribuido de manera desigual, como dijo alguna vez William Gibson, escritor de ciencia ficción. Es una descripción adecuada de las tecnologías futuristas que han estado presentes en los titulares de tecnología durante los últimos años: la Web3 y el metaverso. Quienes pertenecen al área de servicios financieros podrían pensar que estas dos tecnologías aún están muy lejos de convertirse en algo relevante, pero tal vez estén equivocados. De hecho, hoy en día la Web3 y el metaverso son sumamente relevantes para los servicios financieros, aunque podríamos decir que su impacto no está distribuido de forma pareja.
En realidad, aunque se suele hablar de la Web3 y el metaverso al mismo tiempo, existen diferencias significativas entre ellos.
El metaverso representa la evolución de cómo las personas experimentan Internet. No se trata de una sola tecnología, sino de un conglomerado de conjuntos de tecnologías relacionadas que incluyen mundos virtuales, realidad aumentada y otras experiencias cada vez más inmersivas. Es bastante descentralizado: por lo general, no existe interoperabilidad entre estos "mundos", y aún carecemos de la potencia informática, redes de banda ancha y hardware para materializar lo imaginado. Muchas de las experiencias actuales se centran en videojuegos inmersivos, aunque el Departamento de Defensa de EE. UU. también está ejecutando tareas de simulación usando tecnologías relacionadas con el metaverso. Fuera del mundo de los juegos y del DoD, el metaverso aún no es una realidad tangible para la mayoría de las personas, y nadie sabe con certeza cuántas décadas faltan para que se lo utilice de forma masiva.
La Web3 también es un conglomerado de tecnologías, pero que juntas representan la evolución de la propiedad y las transacciones digitales. La transición de la Web 1.0 a la Web 2.0 permitió que las personas pudieran hacer publicaciones (especialmente en medios sociales) y acceder a sitios web móviles y aplicaciones móviles. La Web3 va un poco más allá para pasar de la distribución y publicación a la propiedad sobre una base distribuida, sin autoridad centralizada.
Las tecnologías de la Web3 están más cerca de tener un impacto inmediato, especialmente en el mundo del los servicios financieros y las operaciones bancarias. Por eso, en esta publicación me enfocaré principalmente en ellas.
Qué es lo valioso de la Web3
Para los servicios financieros, la Web3 representa un potencial inmenso. Dado que se basa en tecnologías de blockchain, existe una posibilidad enorme de desintermediación, es decir, eliminar a los intermediarios de muchas transacciones en las que actualmente se los necesita. Es posible gestionar libros de contabilidad, listas e incluso instrumentos financieros sin una autoridad central, como un banco.
La Web3 también permite el desarrollo distribuido de aplicaciones. No es necesario depender de grandes compañías en la nube o proveedores de red para crear e implementar aplicaciones: puede desarrollarlas, implementarlas en un blockchain y ofrecerlas de inmediato a cualquier usuario de ese blockchain a nivel mundial. Un ejemplo es Quicknode, cuyo cofundador, Auston Bunsen, participó recientemente de una mesa redonda ejecutiva organizada por Truist Ventures. Quicknode es una plataforma individual que ayuda a los desarrolladores a construir y probar aplicaciones en cadena para ayudar a que esta visión de desarrollo distribuido sea una realidad.
Es importante destacar que esa descentralización y centralización pueden y continuarán coexistiendo, en particular en el caso del uso de servicios financieros con sistemas heredados y consideraciones normativas. No se trata de todo o nada, sino de un espectro. Muchos proyectos comienzan siendo centralizados y tienden a descentralizarse progresivamente con el paso del tiempo, por ejemplo. También hay cosas, como ciertos cálculos del aprendizaje automático o el almacenamiento de archivos grandes, que aún no pueden realizarse en cadenas. Seguiremos viendo soluciones híbridas a futuro.
Lo que aún le falta a la Web3
La Web3 no está totalmente lista para su uso masivo, especialmente en el ámbito de las finanzas. Existe una notable falta de arquitecturas simples y fáciles de usar para construir nodos gráficos (aplicaciones), billeteras y otras aplicaciones en cadena.
Aún necesitamos innovaciones a nivel de aplicación, como mensajería en cadena (poder enviar mensajes de una billetera o aplicación a otra) y sistemas de reputación. En la actualidad, los desarrolladores de aplicaciones necesitan crear todas estas cosas desde cero, lo que incrementa enormemente el tiempo y el costo de crear aplicaciones basadas en blockchain.
La interoperabilidad también es un tema en cuestión: existen decenas e incluso cientos de blockchains sobre las cuales basar los desarrollos. Si está construyendo una aplicación en una cadena y otra aplicación está activa en otra cadena, la comunicación entre ellas es difícil o imposible.
La asistencia móvil es otra pieza crucial faltante. Contar con las API correctas de los fabricantes de teléfonos y poder administrar las claves privadas en el teléfono serán tareas difíciles de lograr. Los proveedores de dispositivos móviles podrían impulsar de forma significativa el crecimiento de la Web3 si permiten una integración más profunda de las tecnologías de blockchain en sus sistemas operativos.
Algunos de estos productos ya se encuentran en desarrollo. Chris Kurdziel, socio en Mirana Ventures, comenta que probablemente pasen dos o tres años antes de que este tipo de soluciones llegue al mercado con disponibilidad generalizada.
La Web3 cambiará fundamentalmente las finanzas. ¿El metaverso? Tal vez
Cuando los datos estén realmente descentralizados y ya no se necesiten intermediarios, los datos dejarán de ser "el nuevo petróleo". Serán tan omnipresentes como la suciedad. En su lugar, su forma de analizar, estructurar y usar los datos será lo que determine su día de pago.
La distribución del gobierno y los derechos de votación implica un cambio total con respecto a la forma en que se estructuran actualmente los productos y servicios, en especial en el ámbito de las finanzas. Los comportamientos de solicitud y otorgamiento de préstamos en las blockchains son fundamentalmente diferentes de la forma en que funcionan hoy; pueden ser ejecutados mediante contratos inteligentes sin la necesidad de intermediarios.
Un paso más allá: las fuentes de la verdad centralizadas de caja negra, como los puntajes FICO®, podrían terminar siendo reemplazadas por la combinación de actividades fuera de la cadena, actividades dentro de la cadena y la propiedad de activos digitales para producir una solvencia más holística. Luego, el crédito se convertiría en una red abierta, accesible y pública que se haría eco del espíritu de la Web3 de crear la desintermediación mientras se permite la programabilidad distribuida descentralizada sin la necesidad de redes de confianza.
En Truist Ventures, nos enfocamos en hacer inversiones en los bloques principales que permiten ofrecer servicios financieros de nivel superior en la Web3 y que pueden escalarse junto con la adopción masiva. Estos "picos y palas" de la fiebre del oro de la Web3 incluyen soluciones sobre identidad digital y privacidad, infraestructura descentralizada de datos, toma de decisiones de riesgo, contratos inteligentes de automatización y accesibilidad.
En el caso del metaverso, la trascendencia en el ámbito de las finanzas es mucho menos inmediata. A la fecha, ninguna plataforma de metaverso tiene suficiente alcance para que invertir en ella valga la pena para la mayoría de las instituciones financieras; además, la interoperabilidad entre las diferentes plataformas sigue siendo un sueño.
Las instituciones financieras deberían permanecer atentas al espacio, sin embargo, y tal vez invertir para experimentar con nuevos tipos de interacciones con clientes o modalidades de capacitación de empleados. Como sucede con la Web3, en Truist Ventures nos enfocamos en invertir en el desarrollo de las tecnologías que los diseñadores del metaverso necesitarán para crear estas experiencias del futuro.
Una revolución en proceso
Los cambios ocurren a gran velocidad, y tanto la Web3 como el metaverso están mejorando sus capacidades más rápido que nunca. Pero es una revolución que podría demorar décadas en completarse, a pesar de los tentadores avances que hemos visto hasta hoy.
Independientemente del momento en que suceda, la visión de Truist Ventures es a largo plazo. Ansiamos ser testigos de lo que nos depara el futuro y trabajamos arduamente para revelar y aprovechar lo que sabemos hasta el momento.