Es imposible ponerle un precio a la sensación de seguridad. Pero podemos ahorrar con esa meta.
Con un fondo de emergencia, o con lo que en Truist nos gusta llamar una cuenta de confianza financiera, estará preparado para casi cualquier acontecimiento de la vida. No es de pesimista prepararse para lo que pueda suceder; de hecho, ahorrar para los tiempo difíciles es una manera de ser optimista.
Crear su fondo de emergencia significa ahorrar como mínimo $1,000 e, idealmente, continuar hasta ahorrar el equivalente a entre tres a seis meses de gastos, y mantener ese dinero en una cuenta líquida separada, que no va a tocar.
Pero, ¿cómo sabemos cuándo corresponde usar su fondo de emergencia?
"Esta es su cuenta de respaldo y debería transmitirle plena confianza el hecho de usarla exactamente para lo que fue destinada". Brian Ford, director de bienestar financiero de Truist
No se tome las emergencias a la ligera
Puede parecer obvio, pero utilice su fondo de emergencia para emergencias reales; lo lamentamos, pero las emergencias de belleza no cuentan.
Brian Ford, director de bienestar financiero de Truist, dice: «Las emergencias son realmente inesperadas e imprevistas. Son algo que uno no puede afrontar sin sufrir alguna consecuencia emocional o financiera negativa, como endeudarse o pedir dinero prestado a un amigo o familiar".
Recurra al fondo de emergencias para eventos que le impidieran tener una vida saludable o desestabilizarán sus finanzas si no utilizara esos ahorros. Por ejemplo, si perdiera su trabajo, tuviera un accidente de auto o su casa sufriera daños por una tormenta.
No utilice su fondo de emergencia para cosas que pueda planear, como unas vacaciones o el mantenimiento del auto; para esos gastos disponga una cuenta de ahorros para grandes compras.
Lo que para unos puede ser una emergencia financiera, para otros no: algunas personas no pueden afrontar una emergencia de $300 con su cuenta bancaria de uso diario. Para otros, esa cifra puede subir a $3,000. Sin embargo, el principio es el mismo: utilice su fondo de emergencia solo para cubrir eventos inesperados o urgentes.
Recuerde que esto es para lo que se ha preparado
Quizás sienta dudas respecto de cuándo usar su fondo de emergencia. Después de todo, es probable que haya tardado un mes o un año en construirlo. Pero si piensa que ahorrar para emergencias es como entrenar para una maratón, el día en que necesite usar el fondo de emergencia sería como el día de la carrera. Ha entrenado mucho para este preciso momento. Debería confiar en esa preparación física (o en sus ahorros) para tener éxito.
«Esta es su cuenta de respaldo y debería transmitirle plena confianza el hecho de usarla exactamente para lo que fue destinada», dice Ford.
Felicítese por tener un fondo de emergencia. «No dé muchas vueltas sobre si debe o no usarlo», dice Ford. «Dése una palmadita en la espalda por haber ahorrado dinero y por evitarse la ansiedad de no poder cubrir una emergencia».
Reconstruya su fondo de emergencia con confianza
El primer paso para restaurar su fondo de emergencia es simplemente comenzar. Según Ford, mucha gente no lo hace.
«En primer lugar, conlleva mucha energía crear esa cuenta y ese es el motivo por el que algunos se rehúsan a ocuparse», agrega.
Si está empezando a crear de nuevo su fondo de emergencia, primero páguese a usted mismo y haga que su ahorro sea automático, como hizo la primera vez. Evalúe su presupuesto, porque la seguridad que transmite tener un fondo de emergencia es valiosa. Saber que uno está preparado para lo inesperado da mucha tranquilidad y claridad mental.
Bright Dickson, la coconductora de Ford en el podcast Money and Mindset With Bright and Brian, sugiere imaginarse cómo se ve en el futuro. ¿Cómo quisiera sentirse la próxima vez que ocurra una emergencia?
«Siempre ocurren cosas, porque así es la vida. Piense en lo bueno que era tener los ahorros y comience a ahorrar de nuevo».
¿De dónde nace la motivación?
«Funcionó, ¿verdad?», pregunta Dickson. «Lo hizo, funcionó. Hágalo nuevamente. No repita su fracaso. Repita su éxito».